Mondomarine, una prestigiosa marca en el sector de la fabricación de yates de lujo, tuvo sus inicios en el astillero Campanella, un éxito monumental en la industria náutica con una historia que se remonta a 1915. El astillero, con sede en Savona, Italia, pasó a manos de la familia Stroppiana en 1978, y fue entonces cuando tomó forma la marca Mondomarine. A través de una fusión estratégica de valores pasados con experiencias innovadoras, Mondomarine creció rápidamente hasta convertirse en un símbolo del Made in Italy aclamado internacionalmente, especializándose en la construcción de yates personalizados de entre 40 y 75 metros en aleación de aluminio y acero. A lo largo de los años, Mondomarine siguió prosperando en el ámbito mundial, ofreciendo una impresionante gama de magníficos yates. Sin embargo, enfrentó dificultades financieras a finales de 2017 y se vio obligada a liquidarse. Pero el histórico astillero italiano no acabó ahí. En febrero de 2018, Palumbo Superyachts, un actor líder en el sector de los yates de lujo, adquirió los activos, las instalaciones y los derechos de propiedad intelectual de Mondomarine. La compra dio nueva vida a los esfuerzos de Mondomarine y la marca se restableció como parte de la red de Palumbo Superyachts. Como parte del plan estratégico de Palumbo para Mondomarine, el astillero de Savona ha sido reforzado para garantizar su longevidad y mejorar aún más sus capacidades de producción. Manteniéndose fiel a la base original de artesanía combinada con la última tecnología, el astillero ahora cubre un área de más de 35.000 m2. Hoy en día, Mondomarine no es sólo un centro para la construcción de nuevos superyates, sino que también cuenta con instalaciones avanzadas para reparaciones y servicios posventa. La marca continúa reinando en el competitivo ámbito de la navegación a vela, manteniendo el legado de calidad de primer nivel, diseño único y excelencia italiana.