Vancouver Yachts, un nombre venerado en la fabricación de veleros, se embarcó en su viaje en la década de 1970 bajo la competente mirada de la empresa británica Pheon Yachts. La marca deriva su nombre de la línea de veleros de Vancouver, que simboliza durabilidad y robustez, características que buscaban emular en sus propios veleros. El astillero inició sus operaciones en Northampton, Inglaterra, creando un legado de yates de alta calidad diseñados principalmente para cruceros. El pilar de la compañía en los primeros años fue el Vancouver 27, un crucero de aguas azules de construcción robusta y quilla larga. Sin embargo, el viaje de la marca Vancouver no siempre fue fácil. Tras la insolvencia de Pheon Yachts, la marca sufrió una serie de cambios de propiedad y cambios de producción. Primero, fue adquirida por Tradewind Yachts y luego por Northshore Yachts, quienes luego trasladaron la producción a Itchenor, West Sussex. Sin embargo, a pesar de estos cambios, la reputación de Vancouver como fabricante de embarcaciones sólidas y en condiciones de navegar se mantuvo sin cambios. La marca de Vancouver y su rica herencia en la fabricación de yates de crucero confiables hoy residen en Northshore Shipyard, ahora conocida como la empresa matriz, Discovery Yachts Group. Sus yates siguen siendo sinónimo de robustez y artesanía de alta calidad, con modelos que van desde el Vancouver 27 al Vancouver 34, así como el Vancouver 32 y el 36, consolidando su legado en la industria de la navegación. Estos barcos suelen contar con una cabina de pilotaje, lo que los diferencia de muchos yates de crucero de tamaño similar. Si bien su ubicación geográfica ha cambiado a lo largo de las décadas, el compromiso de Vancouver con la calidad y la durabilidad se ha mantenido firme, lo que les ha valido una reputación ilustre entre los navegantes apasionados de todo el mundo.