Islander Yachts fue fundada a finales de la década de 1950 por Joseph McGlasson, pionero de la industria estadounidense de construcción de barcos de fibra de vidrio. La empresa, conocida por la producción de veleros, surgió en una época en la que la fibra de vidrio se estaba adoptando como material revolucionario para la construcción de embarcaciones. Inicialmente, la empresa tenía su sede en el sur de California, donde la creciente cultura náutica brindó un terreno fértil para su crecimiento. Entre sus primeros éxitos se incluyen el Islander 32 y el Islander 36, ambos modelos populares y reconocidos por su durabilidad y rendimiento. A lo largo de las décadas de 1960 y 1970, Islander Yachts consolidó su reputación al producir una serie de diseños que atraían tanto a navegantes de competición como a navegantes de fin de semana. La calidad del diseño y la artesanía de los barcos Islander le aseguraron una clientela fiel. Sin embargo, al igual que muchos fabricantes de barcos, Islander se enfrentó a los desafíos que plantearon las recesiones económicas y los cambios en las preferencias del mercado a lo largo de los años. A finales de la década de 1980, estos desafíos contribuyeron a un descenso en la producción y, finalmente, la empresa cesó sus operaciones como entidad independiente. La marca Islander definió en su día una era de yates de vela accesibles y de alta calidad, pero hoy en día no se fabrican barcos nuevos bajo el nombre Islander. No obstante, el legado de la empresa perdura entre los entusiastas que siguen manteniendo y navegando en estos barcos clásicos. Existe una activa comunidad de propietarios de Islander que no solo preserva la historia de la marca, sino que también comparte recursos, asegurando que estas embarcaciones sigan formando parte de la cultura náutica. Aunque Islander Yachts ya no existe como fabricante, su influencia persiste en las experiencias y la pasión náutica de sus fieles seguidores.