Catalina Yachts fue fundada en 1969 por Frank Butler en Hollywood, California. Inicialmente, la empresa se especializó en la fabricación de veleros pequeños y asequibles, atendiendo a la creciente demanda de navegación recreativa entre los estadounidenses de clase media. Butler, ingeniero de formación, aportó un enfoque riguroso al diseño y la producción, lo que llevó a la introducción de modelos icónicos como el Catalina 22, que rápidamente ganó popularidad por su durabilidad, simplicidad y rendimiento. Con el paso de los años, Catalina Yachts amplió su gama de barcos, yendo más allá de su enfoque inicial en modelos más pequeños para incluir barcos de crucero más grandes. Estos yates más grandes mantuvieron el compromiso de la marca con la calidad y el valor, solidificando aún más la reputación de Catalina en la comunidad náutica. Entre los modelos destacables se encuentra el Catalina 30, botado en 1974, que se convirtió en uno de los veleros más vendidos de todos los tiempos. La empresa también se enorgullecía de la innovación continua y los comentarios de los clientes, implementando mejoras y modificaciones de diseño que mantuvieron sus embarcaciones competitivas y deseables. En la actualidad, Catalina Yachts tiene su sede en Largo, Florida, tras su traslado desde California. La compañía continúa defendiendo sus principios fundacionales, produciendo una variedad de veleros que atraen tanto a navegantes novatos como a navegantes experimentados. Su oferta actual abarca desde pequeños veleros hasta cruceros oceánicos más grandes, manteniendo una fuerte presencia en el mercado de la navegación a través de una combinación de tradición y diseño moderno. A pesar de los desafíos y cambios en la industria náutica, Catalina Yachts sigue siendo un actor importante, conocido por sus embarcaciones confiables y fáciles de usar.